Thursday, September 08, 2005

El problema

- Lo he descubierto

- ¿Qué has descubierto?

- El problema. He descubierto cual es el problema.

- ¿El problema a qué?

- Aún no lo sé, pero en cuanto lo sepa te lo digo

- Me parece que tu eres el del problema

- No. Lo somos todos. Pero es demasiado simple como para poderlo entender, ese es el mayor de los problemas. Es en verdad muy simple, demasiado sencillo, pero nos dedicamos a complicarlo a tal nivel que ya todo es demasiado complejo. Con el tiempo y la experiencia no nos volvemos más inteligentes, simplemente cambiamos el entendimiento de las cosas simples por aquellas que son demasiado elaboradas, y abandonamos aquello que nos resultaba tan fácil y al mismo tiempo tan grato. Es decir ¿Por qué tenemos que hallarle sentido a todo? ¿Acaso no…? Olvídalo, estoy seguro de que no entenderías.

- Ah, pero tú si entiendes. Tú estas por encima de todos y te autodenominas el señor entendedor de las cosas simples y por ende aquel que todo lo entiende. Pero mírate, ni si quiera sabes cual es el problema que tan lucidamente has llegado a descubrir. Quizás tengas razón, quizás el problema somos todos, pero creo que nunca en la historia se ha visto que un problema se comprenda a si mismo, en especial si partimos del hecho irrefutable de que un problema solo lo es en cuanto no se descubre a si mismo como uno.

- Ahí vas de nuevo, complicándolo todo.

- Disculpa, pero si no me equivoco, fuiste tú quien inició una elaborada discusión sobre la simpleza de las cosas.

- Tienes razón. Que irónico

- Y… ¿Cuál era el problema?

- ¿Cuál problema?

- El que se supone descubriste

- Ah… mmm… Lo siento, ya lo olvidé

- Tranquilo, ya lo has de recordar.

- Quizás lo haga. ¿Quién sabe?