No todo puede tener un título

- Ya hablé con el mundo, me dijo que viene mañana. ¿Será que nos arreglamos?

- ¿Para qué? No vale la pena; al fin y al cabo no creo que nos vean entre más de seis mil millones de egoismos.

- Al menos de que le resultemos útil a uno de ellos y creeme, entre seis mil millones, es de esperarse que al menos uno de ellos nos encuentre alguna utilidad.

- ¿Y si no?¿Entonces que hacemos? Digo, habiendonos arreglado y todo...

- Simple, nos quedamos ahí sin molestar y esperaremos a ver que pasa.

- Detesto esperar.

- Lo sé, por eso irás conmigo y por favor, procura estar presentable que las primeras impresiones no suelen tener una segunda oportunidad.