Saturday, February 19, 2005

El día en que mandé al mundo a la mierda

Un día me levanté harto del mundo. Simplemente ya no lo quería más, ni al mundo ni a nadie que perteneciera a él. Admito que algunas personas si me eran indiferentes, a esas las deje en paz, pero al resto del mundo lo quise mandar a la mierda.

Entonces, para resolver este predicamento, me propuse a construir el closet más grande alguna vez imaginado por un hombre. Duré un tiempo considerable pensándolo, fabricándolo y puliéndolo, pero logré terminarlo y en cuanto lo hice, fui buscando uno a uno a las personas que odiaba. Empecé por la que mas detestaba y poco a poco fui bajando de escala, hasta encerrar en el closet a todas las personas que me generaban este sentimiento.

En él se encontraban enemigos, "amigos", primos, hermanas de ex-novias, ex-novias y ex-suegras. Habían amantes, políticos y candidatos a serlo. Mi tía Olga también se encontraba ahí, la pobre estaba muy apretujada. Encerré a vecinos y a sus mozas, y el mozo de mi madre estaba justo en frente de mi padre.

Encerré a cuanto persona odiara, así no la odiara tanto, pero en cuanto di por terminada mi misión, vi que sobraba aún mucho espacio, entonces me dediqué a encerrar a todo aquel a quién creía poder odiar en un futuro, así fuera a corto, mediano o largo plazo; no importaba, daba igual.

Llevé el closet hacia el mar (no me pregunten como lo logré, ya ni lo recuerdo). Lo solté y la marea no tardó mucho en llevárselo lejos. Por alguna razón, que aún no logro explicar, el closet en lugar de hundirse se mantuvo a flote.

Me quedé de pìe junto a la orilla viendo como el mar se llevaba cada uno de mis odios y los ahogaba con sus aguas saladas y sus olas rabiosas. Quedé tranquilo, ya no quedaban en mí sentimientos de ira o rencor alguno, todo se lo habían llevado las aguas y así fue como un día mande al mundo a la mierda, o al menos mande el mío hacia allá.

0 comments: